Esta asociación reúne a los tejedores que viven en los caseríos de Pallamarca y Chochocondaín, en el distrito de Huamachuco, provincia de Sánchez Carrión. Las Crónicas refieren que desde tiempos antiguos Huamachuco fue un centro textil de tejido fino(cumbí) propio de la nobleza inca, por ello se conservan ecos de su arte en mantas rayadas tejidas en telar de cintura(kallwa) y usadas por la población indígena. Durante la colonia se introdujo el telar europeo a pedales, con el que hoy se elaboran mantas con listados y cuadros. Los campesinos utilizan estos telares para confeccionar ponchos, bayetas, rebozos, jergas y otros tejidos de uso personal, decorados con diseños geométricos como los zigzags (kengo), triángulos y cuadrículas. Por su calidad, los tejidos de Huamachuco forman parte de las colecciones de instituciones como el Museo de Arte de Filadelfia, el Museo de Textiles de Washington, entro otros.
